El Tren del Centenario
El 14 de Septiembre, centenario de la carrera inaugural del Ferrocarril entre Santiago y Valparaíso (14 de Septiembre de 1863), se realizaron diversos actos conmemorativos de este acontecimiento extraordinario, organizados por la Empresa de los Ferrocarriles y que tuvieron contornos emotivos y brillantes.
Homenaje a Manuel Rodríguez en Tiltil
La comitiva que salió de la Estación Mapocho integrada por el Director de los Ferrocarriles del Estado, don Edmundo Bertin R., el Presidente del Comité Organizador de la celebración del centenario del Ferrocarril Santiago – Valparaíso, Ingeniero don Atilio Bavestrello, altos jefes de la Empresa, autoridades civiles, militares y periodistas, se detuvo primeramente en Tiltil, donde se realizó una ceremonia recordatoria, colocándose una ofrenda floral en el monumento a Manuel Rodríguez, como se hiciera hace cien años, cuando poco antes de estar terminado el ferrocarril se había inaugurado este monumento por encargo del propio Meiggs.1
Cambio de Nombre de Las Chilcas por Enrique Meiggs
Una vez que el convoy arribó a Las Chilcas, simpático villorrio rodeado de altos cerros, en las estribaciones del imponente Tabón, donde Enrique Meiggs tuviera su campamento y centro de operaciones, un tierno coro de voces infantiles, los niños de Las Chilcas, entonó la Canción Nacional, se izaron los pabellones de Chile y Estados Unidos. El Ingeniero Atilio Bavestrello, en brillantes palabras exaltó la figura del notable empresario norteamericano que dio cima a obra tan importante como la del Ferrocarril entre Santiago – Valparaíso. Acto seguido se procedió a cambiar el nombre de Las Chilcas por el de Enrique Meiggs, dándose así cumplimiento al Decreto Supremo dictado para este objeto. Don Alvaro Ramírez, regidor de Llay-Llay, habló a nombre de esa corporación.
En la Estación de Llay-Llay
Fue un día de fiesta para Llay-Llay este aniversario. El 14 de septiembre de 1863 se juntaron en Llay-Llay dos trenes, uno de la capital y otro del puerto, que unidos en este pueblo cerraron definitivamente el eslabón que comprendía toda la línea de este ferrocarril. En esa oportunidad hicieron uso de la palabra, celebrando este acontecimiento, el Presidente de la República don José Joaquín Pérez, Ministros de Estado y el propio Meiggs. Cien años más tarde lo haría el actual Director de la Empresa de los Ferrocarriles del Estado (de la época), don Edmundo Bertin Rodríguez, quien en uno de los acápites de su discurso manifestó: “Este ejemplo ha sido y será para todas las generaciones de ferroviarios una demostración tangible de lo que se puede lograr cuando la voluntad se abraza íntimamente a los ideales de hombres progresistas”.
Además destacó el señor Bertin las ventajas que trajo la electrificación a este sector el año 1922 y las importantes adquisiciones de equipo moderno que se han hecho actualmente para atender en mejor forma este servicio.
También hizo uso de la palabra en Llay-Llay el primer regidor señor Juan Lahsen a nombre de la Municipalidad y el Jefe del Departamento de Vía y Obras, señor Juan Meyer, quien rindió homenaje al trabajador de la vía, produciéndose después a un desfile en el que participaron cuerpo de bomberos, cruz roja, colegios públicos y privados y grupos de huasos.2
Llega el Tren del Centenario
La nota más pintoresca y evocativa fue la llegada del tren del Centenario a Llay-Llay con sus diminutos vagones arrastrados por una Locomotora tipo “Copiapo” que echaba espesa humareda.
Del convoy empezaron a bajar damas antiguas, caballeros con sombrero de pelo, todos con una serie de atuendos de la época. Un conductor de abundantes patillas, con levita y de chaleco con gruesa cadena de plata, ayudaba a bajarse a las damas.
Un nutrido grupo de curiosos rodeó entonces el Tren Centenario y subía y tocaba los coches como si estuviera palpando de nuevo el pasado.
Un Huaso Rinde Homenaje al Tren
Mientras la comitiva almorzaba en la hostería de Llay-Llay, se ejecutaban diversos números folclóricos y se escucho la voz de un hombre auténtico de nuestros campos, Atilio Cassi Carvajal (Ciriaco Pedernal) quien dijo, entre otros versos que fueron muy celebrados, el siguiente:
“Ha pasado más de un siglo
como debimos saber
del día que regocijo
en que Chile vio correr
con su penacho encendido
al gran gigante del riel;
marcando gloriosos destinos
ignorados esa vez;
paro que hoy si han cumplio
de la manera más fiel”.
Entrada Triunfal en Mapocho
Cerca de las siete de la tarde, el Tren del Centenario entró triunfalmente en Mapocho en medio de luces, aplausos y petardos. El público llenaba totalmente la estación y le tributó una calurosa acogida.3
El 14 de Septiembre, centenario de la carrera inaugural del Ferrocarril entre Santiago y Valparaíso (14 de Septiembre de 1863), se realizaron diversos actos conmemorativos de este acontecimiento extraordinario, organizados por la Empresa de los Ferrocarriles y que tuvieron contornos emotivos y brillantes.
Homenaje a Manuel Rodríguez en Tiltil
La comitiva que salió de la Estación Mapocho integrada por el Director de los Ferrocarriles del Estado, don Edmundo Bertin R., el Presidente del Comité Organizador de la celebración del centenario del Ferrocarril Santiago – Valparaíso, Ingeniero don Atilio Bavestrello, altos jefes de la Empresa, autoridades civiles, militares y periodistas, se detuvo primeramente en Tiltil, donde se realizó una ceremonia recordatoria, colocándose una ofrenda floral en el monumento a Manuel Rodríguez, como se hiciera hace cien años, cuando poco antes de estar terminado el ferrocarril se había inaugurado este monumento por encargo del propio Meiggs.1
Cambio de Nombre de Las Chilcas por Enrique Meiggs
Una vez que el convoy arribó a Las Chilcas, simpático villorrio rodeado de altos cerros, en las estribaciones del imponente Tabón, donde Enrique Meiggs tuviera su campamento y centro de operaciones, un tierno coro de voces infantiles, los niños de Las Chilcas, entonó la Canción Nacional, se izaron los pabellones de Chile y Estados Unidos. El Ingeniero Atilio Bavestrello, en brillantes palabras exaltó la figura del notable empresario norteamericano que dio cima a obra tan importante como la del Ferrocarril entre Santiago – Valparaíso. Acto seguido se procedió a cambiar el nombre de Las Chilcas por el de Enrique Meiggs, dándose así cumplimiento al Decreto Supremo dictado para este objeto. Don Alvaro Ramírez, regidor de Llay-Llay, habló a nombre de esa corporación.
En la Estación de Llay-Llay
Fue un día de fiesta para Llay-Llay este aniversario. El 14 de septiembre de 1863 se juntaron en Llay-Llay dos trenes, uno de la capital y otro del puerto, que unidos en este pueblo cerraron definitivamente el eslabón que comprendía toda la línea de este ferrocarril. En esa oportunidad hicieron uso de la palabra, celebrando este acontecimiento, el Presidente de la República don José Joaquín Pérez, Ministros de Estado y el propio Meiggs. Cien años más tarde lo haría el actual Director de la Empresa de los Ferrocarriles del Estado (de la época), don Edmundo Bertin Rodríguez, quien en uno de los acápites de su discurso manifestó: “Este ejemplo ha sido y será para todas las generaciones de ferroviarios una demostración tangible de lo que se puede lograr cuando la voluntad se abraza íntimamente a los ideales de hombres progresistas”.
Además destacó el señor Bertin las ventajas que trajo la electrificación a este sector el año 1922 y las importantes adquisiciones de equipo moderno que se han hecho actualmente para atender en mejor forma este servicio.
También hizo uso de la palabra en Llay-Llay el primer regidor señor Juan Lahsen a nombre de la Municipalidad y el Jefe del Departamento de Vía y Obras, señor Juan Meyer, quien rindió homenaje al trabajador de la vía, produciéndose después a un desfile en el que participaron cuerpo de bomberos, cruz roja, colegios públicos y privados y grupos de huasos.2
Llega el Tren del Centenario
La nota más pintoresca y evocativa fue la llegada del tren del Centenario a Llay-Llay con sus diminutos vagones arrastrados por una Locomotora tipo “Copiapo” que echaba espesa humareda.
Del convoy empezaron a bajar damas antiguas, caballeros con sombrero de pelo, todos con una serie de atuendos de la época. Un conductor de abundantes patillas, con levita y de chaleco con gruesa cadena de plata, ayudaba a bajarse a las damas.
Un nutrido grupo de curiosos rodeó entonces el Tren Centenario y subía y tocaba los coches como si estuviera palpando de nuevo el pasado.
Un Huaso Rinde Homenaje al Tren
Mientras la comitiva almorzaba en la hostería de Llay-Llay, se ejecutaban diversos números folclóricos y se escucho la voz de un hombre auténtico de nuestros campos, Atilio Cassi Carvajal (Ciriaco Pedernal) quien dijo, entre otros versos que fueron muy celebrados, el siguiente:
“Ha pasado más de un siglo
como debimos saber
del día que regocijo
en que Chile vio correr
con su penacho encendido
al gran gigante del riel;
marcando gloriosos destinos
ignorados esa vez;
paro que hoy si han cumplio
de la manera más fiel”.
Entrada Triunfal en Mapocho
Cerca de las siete de la tarde, el Tren del Centenario entró triunfalmente en Mapocho en medio de luces, aplausos y petardos. El público llenaba totalmente la estación y le tributó una calurosa acogida.3
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